Así lo afirmó a la Agencia CyTA el doctor Sergio Sosa Estani, director del Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chaben”- ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán.
(13/07/12 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Si bien la enfermedad de Chagas es endémica en varios países del América Latina, en la actualidad por el fenómeno de la migración también es un problema de salud pública en otras regiones como América del Norte y Europa. Se encuentra entre las llamadas patologías desatendidas, afirmó a la Agencia CyTA el doctor Sergio Sosa Estani, director del Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chaben”- ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán. El doctor Sosa-Estani, quien también se desempeña como investigador del CONICET y del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Buenos Aires, planteó el debate actual que gira en torno a este tema y las acciones que se deben implementar para eliminar esa enfermedad.
Desde su punto de vista, ¿cuál debería ser la meta respecto de los tratamientos para quienes padecen la enfermedad de Chagas?
A las acciones de prevención de la transmisión, el acceso de las personas infectadas al diagnóstico y tratamiento debe alcanzar niveles adecuados, evitando la progresión de la enfermedad y ofreciendo una adecuada calidad de vida.
¿Cuáles serían las acciones necesarias?
Por un lado implementar con calidad las herramientas y procedimientos con conocida eficiencia. En segundo lugar, buscar mejorar las herramientas (métodos de diagnóstico, monitoreo de respuesta terapéutica y tratamientos) hasta hoy disponibles que modifiquen los niveles de oportunidad y seguridad.
¿Qué discusión está teniendo lugar respecto de la mejora de los tratamientos?
La disponibilidad de nuevas herramientas de medición de respuesta terapéutica ha llevado que en diferentes foros se manifieste la necesidad de revisar el concepto de eficacia del tratamiento contra la infección. Esto se basa en otros casos de infecciones crónicas, que consideran como una respuesta terapéutica positiva la reducción de la patología sin necesariamente llegar a la cura completa.
¿Qué nuevas alternativas se plantean?
Por ejemplo, la evaluación de nuevos esquemas con viejas drogas, o probar viejos o nuevos medicamentos aprobados para otras indicaciones, solas o combinadas con las reconocidas drogas tripanocidas. Otra vía es el desarrollo de nuevas drogas. Actualmente existen ejemplos de estudios clínicos para cada una de estas estrategias.
Respecto de la prevención primaria, ¿qué acciones se realizan?
Se realizan campañas para el control del vector, y se controla a todos los donantes de sangre y órganos, para evitar que nuevas personas se infecten. Entre ellas las futuras madres, a fin de evitar la transmisión congénita y futuros donantes de sangre y órganos. Por otra parte el objetivo del tratamiento específico es eliminar el parásito del Chagas de la persona infectada, disminuyendo la probabilidad de desarrollar enfermedad (cardíaca, digestiva u otra) e interrumpiendo la cadena de transmisión.
¿El Chagas sigue siendo una enfermedad desatendida?
Actualmente algunos foros internacionales y nacionales destacan la necesidad de atender un conjunto de enfermedades definidas como desatendidas, siendo algunas de ellas categorizadas como eliminables. Tal es el caso de la enfermedad de Chagas, aunque se encuentra presente en las agendas de diferentes instancias institucionales y políticas. Ese interés debe ser incrementado y ser sostenible.
¿Qué acciones concretas pueden eliminar el Chagas?
Mejorar las condiciones de vida de la población en las zonas endémicas, y asegurar la implementación del diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno. Esas serán las herramientas esenciales para la eliminación de la enfermedad de Chagas como problema de salud pública.