Científicos de la Universidad Nacional del Nordeste los quieren usar para, por ejemplo, combatir ciertos parásitos potencialmente peligrosos que se encuentran en areneros y suelos de plaza.
(01/08/12 – Agencia CyTA – Instituto Leloir / UNNE. Por Juan Monzón Gramajo)-. Parásitos que se reproducen ilimitadamente y que son una amenaza para la salud pública podrían llegar a ser controlados por unos hongos con los que cohabitan, según científicos de la Universidad Nacional del Nordeste.
El equipo de investigadores integrado por Magdalena Mangiaterra, Gustavo Giusiano, Viviana Bojanich y María Mercedes Sarmiento está analizando muestras de suelos de parques, plazas, areneros y playas con el objeto de encontrar hongos capaces de degradar los huevos de nematodos o gusanos redondos, responsables de varias parasitosis frecuentes en animales y humanos.
Los hongos examinados son los llamados “saprófitos”, que se alimentan de materia orgánica muerta.
La estrategia, se esperanzan los expertos, sería beneficiosa para las zonas endémicas de ciertas parasitosis (como el noreste argentino), donde hasta el momento no se ha logrado erradicar al parásito ni interrumpir su transmisión a través de un vector. Podría reducir la cantidad de enfermos y el gasto en su atención médica.
En una primera etapa, los científicos estudiaron nueve plazas ubicadas en el casco céntrico de Corrientes, en dos estaciones climáticas diferentes. Tras desparasitar un cachorro infectado, extrajeron los huevos de ejemplares hembras de uno de los gusanos, Toxocara canis: el agente causal de la toxocariasis, una enfermedad que en sus formas más severas puede causar ceguera o lesiones irreversibles en hígado, corazón y pulmones.
La bioquímica Sarmiento descubrió la presencia de especies de hongos fitopatógenos (que afectan plantas) y dermatofitos (que pueden parasitar piel, pelos y uñas) que resultan ser inocuos para el ser humano, los que podrían ser “buenos candidatos” para el biocontrol del nematodo. El mismo enfoque podría utilizarse para otras parasitosis.