Investigadores del Conicet y del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis identificaron niveles significativos de plomo en tejidos de aves que habitan en el Embalse La Florida de esa provincia. Recomiendan la realización de estudios que establezcan cuál es la situación actual de exposición a esos metales en la población humana.

(09/02/10 – Agencia CyTA –  Instituto Leloir)-. Se detectaron altos niveles de plomo en diversos tejidos de tres especies de aves que habitan en las inmediaciones del Embalse La Florida, en la provincia de San Luis. Así lo revela un trabajo realizado por investigadores del Laboratorio de Biología Integrativa del recientemente creado Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis (IMIBIO-SL) por el CONICET y la Universidad de San Luis. Los resultados fueron publicados en la revista The Journal of Environmental Monitoring y son parte del trabajo de tesis doctoral del doctor Fabricio Cid.

El Embalse La Florida provee agua potable a cerca del 70 por ciento de la población de la provincia de San Luis e irriga alrededor del 20 por ciento de su territorio, señala el estudio publicado en esa revista científica. “La investigación se centró en el análisis de los niveles de concentración de dos metales pesados, el plomo y el cadmio, en tres especies de aves representativas del Embalse La Florida que son el macá grande (Podiceps major), el biguá (Phalacrocorax brasilianus), y el benteveo (Pitangus sulphuratus)”, indicó uno de los autores del estudio, el profesor Enrique Caviedes-Vidal, de la Universidad Nacional de San Luis e Investigador del IMIBIO-SL-CONICET.

Según explicó Caviedes-Vidal, las aves son bioindicadores que reflejan los niveles de contaminación de metales y otras sustancias presentes en los ecosistemas. “Los metales pesados se distribuyen naturalmente en todos los sistemas, pero el abuso en su utilización y una inadecuada disposición marcan un aumento de su concentración en el ambiente, principalmente por la intervención humana”, indicó el investigador del Conicet a la Agencia CyTA. Y agregó: “En el caso particular del Embalse La Florida la presencia de plomo en el agua puede ser el resultado de actividades humanas recreativas que se realizaron durante muchos años en el embalse, como la navegación con embarcaciones impulsadas por nafta con plomo. Si bien ese combustible dejo de utilizarse hace más de 10 años en el país, dicho metal es persistente en el ambiente.”

Otra posible fuente de ingreso del plomo pueden ser las plomadas que se han utilizado durante años en la pesca recreativa, afirmó el experto.

El efecto de los metales

Si bien, el plomo y cadmio pueden ingresar en las aves a través del agua que beben, la mayor vía de exposición a estos metales se da por el consumo de otros organismos que contienen o acumularon estos metales previamente, señala el trabajo. “Otro punto importante, es que los altos niveles de plomo hallados en benteveos, especie omnívora, sugieren que los invertebrados terrestres y las plantas contendrían concentraciones elevadas de plomo”, subraya Caviedes-Vidal.

El estudio, publicado en The Journal of Environmental Monitoring, indica que se  determinaron los niveles de plomo y cadmio en hueso, músculo, hígado, gónadas, y cerebro de las tres especies de aves mencionadas.

“Los mayores niveles de plomo detectados en hígado de benteveo fueron comparables con aquellos niveles asociados con efectos tóxicos en aves, y las concentraciones de plomo halladas en hígado de dos hembras y dos machos de benteveo también fueron similares con aquellos niveles que pueden generar efectos fisiológicos negativos en otras especies. Los valores de cadmio detectados en hígados de todas las aves fueron menores que aquellos asociados con efectos adversos en aves”, afirmó Caviedes-Vidal.

Para determinar valores de esas concentraciones, los investigadores emplearon una unidad de medida denominada ppm wet weight (ppm) que significa “x partes por millón” y que se refiere a cantidad de miligramos (mg) de plomo o cadmio que hay en un kilogramo de muestra. “Por ejemplo el mayor nivel de plomo que hallamos en hígado de benteveo fue de más de 4.5 ppm. Estos niveles de plomo están cerca o por encima de concentraciones que han demostrado tener efectos nocivos”, señala el investigador. Y agregó: Tanto el plomo como el cadmio son responsables de una gran variedad de efectos tóxicos agudos y crónicos en los seres humanos y los animales.

Estudios realizados en las aves indican que el cadmio está asociado con la alteración de la conducta y el metabolismo, daño gonadal y renal, produce inhibición de la puesta de huevos, anemia y retraso del crecimiento. El plomo tiene un efecto negativo en todos los sistemas del organismo y altera la función de muchas enzimas requeridas por las células.  Asimismo, el plomo puede producir disminución de la supervivencia y la tasa de crecimiento, la locomoción, altera el comportamiento, el desarrollo, el aprendizaje y el metabolismo.

Metales en la cadena alimentaria

Durante los últimos diez años ha habido una preocupación creciente acerca de la entrada de posibles contaminantes en la cadena alimentaria y en los alimentos destinados a consumo por los seres humanos, afirmó Caviedes-Vidal. Y agregó: “Por lo tanto, la principal importancia de este tipo de investigación radica en evaluar la salud de los ecosistemas, proporcionar alertas tempranas de los cambios en el ambiente y de los efectos adversos a los que pueden estar expuestos los seres humanos.”

Según el investigador, este fenómeno de contaminación no es puntual para el Embalse La Florida o para la provincia de San Luis, sino que “constituye un fenómeno más bien global.”

Para Caviedes-Vidal las evaluaciones ecotoxicológicas ayudan a identificar los problemas de contaminación, y proporcionan una base científica para que las instituciones gubernamentales puedan tomar decisiones en el área de la salud pública y del medio ambiente, lo que permite anticipar los riesgos para la flora, fauna y el ser humano.

“Aunque, la presencia de estos metales en el ambiente puede afectar negativamente a los seres humanos, es importante resaltar que en San Luis y en el país existen pocos estudios donde se analicen los niveles de plomo y cadmio en humanos. Si bien no está dentro de los objetivos de nuestro grupo de investigación, consideramos urgente que las investigaciones futuras se orienten a establecer la situación actual de exposición a estos metales en la población humana”, concluye Caviedes-Vidal. 

 Embalse La Florida.jpg

El Embalse La Florida  Crédito: Fabricio D. Cid

caviedes last

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los doctores Enrique Caviedes-Vidal y Fabricio D. Cid de la Universidad Nacional de San Luis analizaron concentraciones de dos tipos de metales en tejidos de tres especies de aves que habitan en las inmediaciones del Embalse La Florida, en la provincia de San Luis.

Crédito: IMIBIO-SL/ CONICET/ UNSL