En el marco de una reunión en el Senado, especialistas aseguraron que esas terapias pueden producir no sólo desilusión y pérdidas económicas sino también agravamientos de los cuadros.
(28/08/2013 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. En no menos de 20 países se registra un aumento de instituciones que ofrecen tratamientos con células madre sin efectos terapéuticos comprobados y sin la autorización de entidades científicas y sanitarias oficiales.
“En general, estas ofertas de tratamientos se dirigen a enfermedades incurables, altamente incapacitantes”, explicó el doctor Fernando Pitossi, director del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso del Instituto Leloir e investigador del CONICET. “La razón es simple: los pacientes o sus familiares son altamente vulnerables a la promesa de cura o de mejora de la calidad de vida”.
Los riesgos de participar de un tratamiento no aprobado experimental con células madre no solo se limitan a las pérdidas económicas y a la desilusión ante la falta de respuestas clínicas: también pueden agravar la enfermedad del paciente. En febrero de 2009, por ejemplo, la revista PLoS Medicine reportó el caso de un niño con una enfermedad neurológica (ataxia telagiectasia) al que trataron con células madre fetales; al término de la terapia, el paciente no sólo no se curó, sino que además contrajo dos tumores cerebrales.
Muchos de esos tratamientos son muy costosos y no tienen ningún tipo de control o seguimiento por parte de la autoridad sanitaria competente, indicó la doctora Fabiana Arzuaga, coordinadora de la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
“Estas terapias, que se ofrecen en China y otras partes del mundo, son financiadas en muchas casos por colectas ciudadanas, recursos privados o por vía de recursos de amparo para que el sistema de salud (público o privado) solvente su realización”, destacó.
La investigación en células madre ha registrado un fuerte avance en los últimos años. Los científicos visualizan la posibilidad de emplearlas para reconstruir tejidos y órganos dañados por diferentes enfermedades, como Parkinson, diabetes o afecciones cardiovasculares. Sin embargo, es necesario mucho esfuerzo en investigación hasta poder establecer nuevos tratamientos seguros y eficaces, afirmó Pitossi, quien también es director ejecutivo de la Plataforma de Células Madre Reprogramadas Humanas (PLACEMA).
Pitossi y Arzuaga participaron de un seminario internacional realizado en un anexo del Senado con el objeto de abonar el terreno para el diseño de una ley nacional que unifique y armonice la investigación y terapias con células, garantizando su seguridad y eficacia.
“Es clara y muy comprensible la urgencia de los pacientes y sus familias en probar cualquier intervención que tenga visos de mejorar, aunque sea, la calidad de vida de uno mismo o del ser querido. Sin embargo, hay que crear conciencia que probar tratamientos no autorizados tiene riesgos y pueden provocar problemas físicos, emocionales y económicos”, concluyó Pitossi.
El doctor Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y la doctora Fabiana Arzuaga, coordinadora de la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa de esa cartera, en la apertura del 6° Seminario Internacional “Hacia la elaboración de un marco normativo para las investigaciones y terapias con células madre en la República Argentina”.
Créditos: Prensa y Difusión del Ministerio de Ciencia