Es la primera vez que se describe ese mecanismo clave. El hallazgo fue realizado por investigadores del Instituto Leloir.
(08/10/2014- Agencia CyTA-Instituto Leloir)- A lo largo del día, se producen cambios en el número de sinapsis o conexiones entre neuronas del reloj biológico y otras que regularían procesos fisiológicos claves para el organismo. Así lo revelaron investigadores del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la Fundación Instituto Leloir (FIL), liderados por la doctora Fernanda Ceriani.
Si bien se habían encontrado ejemplos de neuronas que cambian su estructura a diario en distintos organismos, Ceriani y sus colegas son los primeros en describir cambios morfológicos de las propias neuronas reloj en el transcurso de las 24 horas y asociarlos a una función.
El punto clave de este trabajo, publicado en “Current Biology”, es que demuestra que los cambios que sufren estas neuronas reloj son los responsables de impartir información temporal día tras día a otras neuronas del cerebro que no albergan relojes biológicos.
Las neuronas que conforman el reloj biológico le dan la hora al cuerpo para que se disponga a dormir en la noche o se despierte en la mañana, señala Ceriani, quien es investigadora del CONICET. “También ayuda a regular las hormonas, el sistema inmune o la digestión. O marca los ritmos de ovulación cada 28 días”, agrega. Un estado saludable depende, en gran medida, de su óptimo funcionamiento.
Si bien los experimentos se realizaron en las minúsculas moscas Drosophila, son un modelo útil de investigación que permite conocer aspectos básicos de la biología involucrados en el funcionamiento de sistemas nerviosos más complejos, como los del ser humano.
Los científicos sospechan que el cerebro “economiza” recursos haciendo que haya una proporción minoritaria de neuronas reloj y muchas otras que reciben su información temporal. “De las 200 mil neuronas del cerebro adulto de la mosca Drosophila con la que se hicieron los experimentos, sólo el 1% contiene un reloj”, explica Ceriani, ganadora de la quinta edición del Premio Nacional L’Oréal-Unesco Por la Mujer en la Ciencia 2011 por su proyecto “Mecanismos neuronales de control del comportamiento circadiano”.
En el trabajo, además participaron los doctores Axel Gorostiza, Ana Depetris-Chauvin, Lía Frenkel y Nicolás Pírez, todos miembros del CONICET.
La doctora María Fernanda Ceriani (izq.), investigadora del Conicet y jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la Fundación Instituto Leloir, con integrantes de su grupo.
El esquema muestra a las neuronas neuronas laterales ventrales (sLNvs) que conforman el reloj central de la mosca Drosophila. Los investigadores argentinos descubrieron que las terminales de algunas de esas neuronas se modifican a lo largo del día. Las azules establecen contacto con otro grupo de neuronas en el día y las naranjas de noche. En cambio las violetas se mantienen estables.